La aparición de manchas en el rostro es una preocupación bastante común.
El peeling químico es una de varias alternativas para el manejo de manchas faciales.
Por: Evy Reyes Rivero
Dermatóloga
IPS Comfenalco Santander
Lunares, pecas y manchas son signos naturales de envejecimiento de la piel; pero también pueden aparecer por descuido al exponerse al sol o por cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo.
Dentro de las condiciones que con más frecuencia son motivo de consulta en dermatología está el melasma, caracterizado por la aparición de manchas pardas, principalmente en la cara y predominantemente en mujeres.
El melasma es un trastorno de la pigmentación de la piel que produce manchas café claro u oscuras en la cara. Su origen es atribuible a varios factores y su evolución tiende a ser crónica y con recaídas; por esto, para lograr resultados visibles, es necesaria la combinación de diferentes opciones de tratamiento, como el uso de cremas despigmentantes, productos orales, peeling químico, láser. El peeling químico se considera una terapia de segunda línea cuando se combina con cremas despigmentantes o también como terapia de mantenimiento para lograr eficacia sostenida.
Los resultados del procedimiento varían de acuerdo con el tipo de exfoliante químico elegido, su concentración, el número de capas aplicadas, el tiempo de contacto y la combinación con otros agentes.
En el caso del melasma, su tratamiento requiere de la combinación de terapias para lograr resultados visibles. Dentro de las opciones existen varios productos para peeling superficial que permiten no solo disminuir la pigmentación, sino también mejorar la textura de la piel.
Las manchas pigmentadas secundarias al acné son otra condición que puede ser tratada con exfoliación química. Estas manchas, conocidas como hiperpigmentaciones posinflamatorias, ocurren como consecuencia de un aumento o una distribución anormal de la melanina (pigmento que le da el color a la piel) debido al proceso inflamatorio de la piel.
¿Qué es un peeling?
Un peeling o exfoliación química consiste en la aplicación de una sustancia química en la superficie de la piel para inducir la eliminación controlada de toda o parte de las capas de la piel (epidermis o dermis). Como consecuencia, pocos días después del procedimiento, ocurre la descamación de estas capas, con su posterior regeneración y remodelación, que mejora diversas alteraciones cutáneas (manchas, acné, arrugas, etc.)
Tipos de peeling
Los productos químicos para exfoliación se dividen según la profundidad de penetración en la piel en:
- Superficiales
- De profundidad media
- Profundos
Los peelings superficiales están dirigidos a la epidermis (capa más superficial de la piel). Su objetivo es provocar un aumento del espesor epidérmico, una distribución más uniforme de la melanina, que es el pigmento que le da el color a la piel, en busca de unificar el tono y mejorar la textura de la piel. Pueden ser utilizados en todos los tonos de piel y también en zonas corporales diferentes a la cara. Este tipo de peeling requiere aplicaciones seriadas. Existen diferentes agentes exfoliantes superficiales.
Los peelings de profundidad media alcanzan la dermis superficial (segunda capa de la piel). Causan inflamación, y como resultado del proceso de reparación ocurren cambios en la dermis que dan una mejor apariencia a la piel, útiles para arrugas y cicatrices leves. No se recomienda su uso en todos los tonos de piel, pues en personas de piel morena puede causar cambios pigmentarios indeseables. Es un procedimiento que se aplica como única sesión.
Los peelings profundos penetran la capa más interna de la dermis o dermis profunda. La regeneración cutánea estimula la síntesis de colágeno y elastina; su efecto es más duradero y logra mejoría de arrugas y cicatrices profundas. Sin embargo, también puede tener mayores efectos adversos debido al grado de penetración.
Los peelings más utilizados son los de tipo superficial por su perfil de seguridad.
¿Cuándo está indicado hacer un peeling químico?
Los dermatólogos emplean con frecuencia este tipo de procedimiento para tratar afecciones cutáneas, como acné, manchas (melasma o paño, hiperpigmentaciones post-acné), envejecimiento, rosácea y cicatrices, entre otras. También se utiliza para rejuvenecimiento de la piel en cara, cuello, pecho y manos.
¿Existen contraindicaciones para realizar un peeling?
Algunas condiciones contraindican parcial o totalmente la realización de un peeling; entre ellas:
- Embarazo
- Infección cutánea activa en cualquier parte del cuerpo
- Incapacidad para seguir las recomendaciones de cuidado antes y después del procedimiento.
- Lactancia (peeling medio-profundo)
- Uso actual o reciente de isotretinoina (peeling medio – profundo)
- Historia de cicatrización queloide en la cara (peeling medio-profundo)
- Fumadores diarios, incluidos cigarrillos electrónicos (peeling medio-profundo)
- Medicamentos que alteren la curación de heridas (peeling medio-profundo)
Los cuidados posrealización del procedimiento deben ser más estrictos para los peeling medio-profundo. En general se recomienda:
- Limpiador suave 2 veces al día
- Crema hidratante 2 veces al día
- Fotoprotector solar mineral en las mañanas y nuevamente al mediodía
- Evitar exposición directa al sol para reducir riesgo de quemadura solar o hiperpigmentación
- Evitar frotar o rascar la piel
- No retirar las escamas de la piel
- Reanudar su rutina de cuidado facial una vez la piel haya sanado
El tiempo de recuperación después de la realización de un peeling superficial es de 3 a 4 días. En principio, la piel puede verse ligeramente enrojecida por 1 a 2 días y luego una descamación durante 3 a 4 días.
En la IPS Comfenalco contamos con el servicio de dermatología clínica y estética.
Para más información, puede solicitar una cita de valoración y mejorar la apariencia de la piel.